El 16 de julio de 1212 tiene lugar un hecho de una importancia
extraordinaria para la historia y el porvenir de España: la batalla de las
Navas de Tolosa. Puso fin a las invasiones musulmanas que periódicamente caían
sobre los reinos de la Reconquista y la frenaban. Desde la victoria cristiana,
el islam renunció al dominio de la España cristiana. Por una serie de
circunstancias la reconquista total de la península tardó todavía dos siglos y
medio. Pero lo principal estaba hecho.
Fecha importante sobre todo porque significó la unión de todos los
reinos y fuerzas cristianas peninsulares. Quieren ser cristianos, no
musulmanes. Desde Covadonga, poco a poco, se va recuperando España. Pero las
sucesivas oleadas que vienen de África lo van retrasando. Ahora son los
almohades que dominan desde la mitad del siglo XII y aspiran a la islamización
de Europa. Allí, en las Navas de Tolosa (Jaén), tres reyes hispanos estuvieron
personalmente presente: Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra, Pedro
II de Aragón. Los reyes de León y Portugal no presentes, enviaron sus tropas.
Las ordenes militares prestaron su dedicación y su empuje. Diego López de Haro,
señor de Vizcaya, comandaba la primera fila de las tropas cristianas con sus
caballeros vizcaínos. Allí Sancho VII ganó para el escudo de Navarra las
cadenas y su esmeralda central verde. Las cadenas que rodeaban la tienda de
Miramamolín y la gran esmeralda verde que ornaba el Corán que enarbolaba para
animar a sus tropas mucho más numerosas. El Papa Inocencio III había convocado
la cruzada ante el peligro. El arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada, la
apoyó. Curiosamente todos los guerreros voluntarios de más allá de los Pirineos
se fueron antes de la batalla. Estaba claro: todos los pueblos de Hispania
querían ser cristianos, no musulmanes.
Se cumplen ocho siglos exactos
El próximo 16 de julio hará nada menos que ocho siglos exactos de
aquella gesta. Como dice Julián Marías en su “España inteligible” (libro que
todo español medianamente culto debería leer):
“La divisoria de aguas (de la reconquista) es la
batalla de las Navas de Tolosa (1212) y por muchas razones. No solo porque la
derrota de los almohades significa el final de toda prepotencia islámica…(…) Quedaron
solo los españoles: soli hispani, dirá la Historia gótica de Rodrigo Ximénez de
Rada. Es el primer acto importante en que la profunda unidad de los reinos
españoles se manifiesta más allá de los nombres o del reconocimiento de la
primacía de los reyes de León o de Castilla, representantes de la tradición
gótica y de la pretensión recuperadora de la España perdida”.
No parece que las autoridades españolas tengan mucho empeño en recordar
la fecha. Me parece estupendo haber
conmemorado los dos siglos de las Cortes de Cádiz. ¡Hasta nos permitimos el
lujo de conmemorar el centenario de la batalla de Trafalgar que perdimos! Con
dignidad y con heroísmos, pero la perdimos y la hemos recordado con cierta
solemnidad. ¿Por qué no las Navas? ¿Por qué hemos olvidado la historia? ¿Será
porque no es políticamente correcto? ¿Por no herir la susceptibilidad islámica?
¿La “reconquista” reconquistada?
Vuelvo a citar a Julián Marías que, mirando al conjunto de la Edad Media
española, afirma:
“encontramos un caso extrañísimo de reacción a una
invasión. La mayor parte de ellas en conjunto tiene ‘éxito’, es decir que se
imponen y transforman la sociedad invadida; es el caso de todas las invasiones
islámicas de los siglos VII y VIII, con esta sola excepción (…). Los árabes
consiguieron dominar casi toda la Península, pero esta invasión no fue nunca aceptada”.
Durante unos tres siglos el islam se ha mantenido silencioso, pero
ahora está despertando. La presencia significativa de muchos musulmanes en los
países desarrollados de Europa en la que no acaban de asimilarse, la falta de
firmeza de los gobiernos, la descristianización favorecida por muchos que se
dicen demócratas, el consumismo y la falta de valores desde la crisis de mayo
del 68… Todo esto ha despertado en ellos la esperanza de conseguir la “ummá”, un
universo totalmente musulmán soñado por Mahoma. Y España es pieza codiciada.
Fue conquistada por el islam, pero fue reconquistada por el cristianismo. Y en
el islamismo se habla de una “reconquista” de Al Andalus, de España. Ya hay un
partido islámico con españoles convertidos al islam. En diciembre de 2009 uno
de ellos declaraba: “Cada vez somos más. En 10 años veremos los primeros
alcaldes musulmanes. Y en 30 años los primeros ministros”.
Me permito copiar algunos párrafos de un comunicado secreto del Imán
Hukfhas Al Hirahz, al que ha tenido acceso la CIA:
“Debilitando a España debilitaremos a Europa. España
es el país más débil de la Unión Europea. Los españoles son muy dados a
la holgazanería y se entregan a todo vicio con prontitud. La juventud
española actual, ya sean hombres o mujeres, son débiles ante la droga y
ante la fornicación. Sus mujeres se entregan con facilidad y ellos son adictos
a toda clase de vicios. Ya ni siquiera sienten ánimos patriotas porque
hasta sus militares han de ser reclutados en otros países. Ante este
panorama tan propicio para nuestros fines es aconsejable insistir en su debilitamiento,
bien con la droga que consumen con facilidad, bien con otros vicios
denigrantes. Un vicioso en nuestras manos es el mejor aliado”.
Por eso recomienda abaratar la droga, pero tiene miedo que los jóvenes
musulmanes se contagien:
“Hemos de penetrar en esa sociedad caduca, estéril y viciosa pero sin
contaminarnos. Nuestros jóvenes no han de caer en la tentación de la hembra española fornicadora. Nuestros jóvenes que llegan a España han de fortalecerse todavía más ante la flaqueza moral y corporal de los españoles y sentir su orgullo de ser superiores… Una vez España en nuestras manos la penetración a Europa será más fácil. España es para nosotros la puerta que se nos abrirá con facilidad.”
¿Qué pensar?
Así nos ven. ¿Es así nuestra juventud? Si miramos la del botellón puede
uno pensar que sí. Si miramos la de la JMJ de Madrid hay esperanza. De todos
modos toca reflexionar. Todo esto ya lo vienen denunciando muchas personas,
entre ellas Oriana Fallaci, ‘atea cristiana’ que veía en el horizonte una Eurabia,
si no reaccionábamos. Cosa no imposible si no hay reacción. El filósofo Gustavo
Bueno que también se autodefine como ‘ateo católico’, en una entrevista, sin
tener pelos en la lengua, contestaba entre otras cosas:
“El catolicismo, a lo largo de dos mil años, ha
impregnado el arte, la historia, el mundo… Europa es cristiana… La reconquista,
Lepanto, las cruzadas. Nos hemos hecho luchando contra el islam. ¿La alianza de
civilizaciones? ¡Bah!
Culturalmente me siento cristiano”.
Estas reflexiones básicas se las debieran hacer también todos esos que
insisten en descristianizar España. Pero esa posición cultural, muy apreciable
en sí, no basta. Se necesita más vida cristiana práctica. Más firmeza en la fe
y en las obras. Más austeridad de vida. Más compartir no sólo lo material. Más
santidad. Más evangelización. Respeto a los musulmanes, sí. Acomplejarnos y
someternos a las exigencias islamistas, nunca. Esta bendita crisis en la que
estamos sumergidos ¿nos despertará del letargo?¡Ojalá!
José María Salaverri sm